Hace unos años, yo recuerdo que recordaba ese recuerdo, que es buen recuerdo que es difícil de recordar. Se trata de la historia de la pequeña Pata, muy conocida por todos los animales del bosque por ser muy torpe, de tal modo que siempre estaba sola.
Nadie se acercaba a ella porque tenían miedo que su torpeza les
causara grandes problemas, pero una tarde de abril el señor Castor se
quedó asombrado al presenciar el encuentro de la pequeña Pata con el
pequeño Cerdito que, de tal emoción, decidió recitar lo acontecido así:
La pata desplumada, cua, cua, cua,
como es patosa, cua, cua, cua,
ha metido la pata, cua, cua, cua,
en una poza. -¡Grua!, ¡grua!, ¡grua!
En la poza había un Cerdito vivito y guarreando,
con el barro de la poza, el cerdito jugando.
El cerdito le dijo: -Saca la pata, pata hermosa.
Y la pata patera le dio una rosa.
Por la granja pasean comiendo higos.
¡El cerdito y la pata se han hecho amigos!
La pequeña Pata después de aquella magnífica tarde dijo con una gran sonrisa en su cara: -Estoy hoy de un no sé qué y un qué sé yo, que yo qué sé de qué estoy hoy pues ya no sé ni qué sé yo.
El pequeño Cerdito entre carcajadas respondió: Si tú estás así... ¡Imagínate yo! Hace tiempo que no me divertía tanto con alguien, antes jugaba con mis hermanos pero se han hecho mayores y ya no juegan conmigo.
- Pero, ¿no tienes miedo de que pueda causarte problemas debido a mi torpeza, Cerdito? - Preguntó la pequeña Pata. Todos huyen de mí porque soy muy despistada y siempre me meto en líos.
- Eso es lo más divertido- dijo Cerdito sonriente. -Tú te metes en líos y yo te saco de ellos, como hoy que hemos terminado llenos de barro, pero muertos de la risa, excepto por tu cara de asustada cuando viste que estabas llena de barro, pero no te preocupes que ya te acostumbrarás.
Desde entonces, aquellos dos amiguitos se volvieron inseparables y poco a poco la pequeña Pata aprendió, con ayuda de Cerdito, a ser más cuidadosa que pronto su torpeza quedó en el olvido.
PODCAST
No hay comentarios:
Publicar un comentario